Menús Semanales con 45€
Planificación completa para una persona con presupuesto limitado. Incluye desayunos, comidas y cenas durante 7 días usando productos frescos del Mercadona y Lidl de su barrio.
Desde enero de 2025, más de 40 estudiantes han desarrollado proyectos que cambiaron su forma de comer. Cada uno comenzó con un reto diferente: presupuestos ajustados, falta de tiempo, o simplemente no saber por dónde empezar.
Aquí no encontrarás recetas de revista. Lo que ves son planificaciones reales, con ingredientes de supermercado y soluciones que funcionan en cocinas pequeñas y días complicados.
Planificación completa para una persona con presupuesto limitado. Incluye desayunos, comidas y cenas durante 7 días usando productos frescos del Mercadona y Lidl de su barrio.
Sistema de preparación dominical en 3 horas para toda la semana laboral. Perfecto para quien sale tarde del trabajo y no quiere recurrir a comida procesada cada noche.
Transición gradual hacia alimentación más vegetal sin gastar más dinero. Comparativa real de precios entre productos animales y alternativas vegetales en supermercados locales.
Proyecto iniciado en Septiembre 2024
Al principio su objetivo era simple: dejar de pedir comida a domicilio tres veces por semana. Le costaba dinero y siempre acababa con sensación de pesadez. En octubre completó un plan de 14 días con recetas de una sola olla.
Lo interesante vino después. En diciembre me escribió contándome que había empezado a compartir táperes con su vecina, una señora mayor que vive sola. Ahora cocinan cantidades dobles y comparten costes. No era parte del proyecto original, pero surgió naturalmente.
Proyecto iniciado en Julio 2024
Natividad trabaja en turno nocturno en un hospital. Su mayor problema era comer mal durante las guardias: máquinas expendedoras y bocadillos de gasolinera. Necesitaba algo que aguantara horas sin refrigeración.
Desarrolló un sistema de comidas frías nutritivas que podía llevar en bolsas térmicas. Ensaladas de pasta, wraps de garbanzos, frutas cortadas con limón para que no se oxiden. Nada revolucionario, pero funcional para su realidad.
En marzo de 2025 me contó que tres compañeras de trabajo habían adoptado su sistema. Ahora comparten recetas y se turnan para preparar cantidades grandes. El comedor del hospital huele diferente los lunes.
Cada estudiante recibe material adaptado y seguimiento personalizado. No hay un camino único, y eso está bien.
Hojas de cálculo editables para planificar compras, calcular costes por ración y organizar menús semanales. Nada sofisticado, pero útil.
Dos sesiones al mes para resolver dudas específicas. A veces sobre técnicas de cocina, otras sobre cómo adaptar recetas a intolerancias o preferencias.
Espacio donde estudiantes comparten experiencias sin filtros. Desde recetas que salieron mal hasta trucos que funcionaron mejor de lo esperado.
Si te interesa desarrollar tu propio proyecto de alimentación saludable y económica, la inscripción para el programa de otoño abrirá en junio. Las plazas son limitadas para mantener el seguimiento personalizado.